El consejero de Educación, Cultura y Turismo, Gonzalo Capellán, ha presentado hoy el balance de la quinta temporada de ‘El Barranco Perdido’, que de nuevo ha incrementado el número de visitantes consolidando su posición como recurso turístico de importancia en la región. El parque de paleoaventura ha recibido durante los seis meses que ha durado la temporada a 28.403 personas, el 2,5% más que el año anterior.
Gonzalo Capellán ha valorado positivamente el aumento en el número de visitantes “gracias al esfuerzo en la inversión llevada a cabo y a la diversificación en su oferta de ocio, con nuevos juegos como el Laboratorio del Tiempo en el circuito paleontológico o las mejoras de urbanización de la Colina Encantada. También ha destacado los nuevos software, que permiten al público realizar tareas propias de paleontólogos con contenido pedagógico y compartir información multimedia en redes sociales.
En este sentido, ha añadido que los buenos resultados suponen “un acicate para avanzar en el desarrollo del parque, destacando el rico patrimonio paleontológico de La Rioja Baja y afianzar su posición como recurso de dinamización turística de la zona”.
Además ha subrayado que las encuestas de satisfacción realizada entre los visitantes a la entrada y salida del recinto ponen de manifiesto la calidad de las instalaciones y de su oferta de ocio, ya que nueve de cada diez manifiestas que el parque ha cumplido con sus expectativas y nueve de cada diez califican las instalaciones como ‘muy buenas’ o ‘buenas’.
Asimismo, Gonzalo Capellán ha explicado que las principales fuentes de visitantes fueron País Vasco (28,01%), La Rioja (25,23 %), Navarra (13,05%), Castilla y León (7,30%), Madrid (6,50%), Aragón (5,28%) y Cataluña (3,79). Domina el público familiar, que supone el 73,54%, seguido por los grupos con el 25,09% y las parejas con el 1,37%; mientras que por edades el más numeroso es el de los niños de 1 a 15 años, con el 49,33%, seguido de adultos entre los 30 y los 50 años, con el 39,87% y los mayores de 65 años con casi un 4% del total. El 98,19% de las personas que han accedido a sus instalaciones son españoles y se han recibido visitantes de Francia, Italia, Inglaterra, Alemania y Sudamérica.
Además conviene destacar el éxito de las visitas organizadas dentro del programa de Centros Escolares que permitieron que durante los meses de mayo y junio más de 4.000 escolares de Infantil, Primaria y Secundaria visitaran el parque en primavera y los primeros días de verano. Esta cifra supone un incremento del 53,8% con respecto al mismo periodo del año anterior que lo visitaron un total de 2.600 niños.
Recurso turístico y fuente de desarrollo económico
Situado en una ladera junto al casco urbano de Enciso, frente al puente sobre el río Cidacos, ‘El Barranco Perdido’ es un espacio temático de aventura y diversión al aire libre de 14.000 metros cuadrados con el que el Gobierno de La Rioja pretende convertir el rico patrimonio paleoicnológico de La Rioja en un relevante recurso turístico y favorecer el desarrollo económico de la zona.
Las instalaciones disponen de una amplia oferta de actividades compuesta por itinerarios, juegos de destreza y habilidad, pruebas físicas, atracciones variadas y animación. Además, cuentan con una singular zona de piscinas y zona de restauración. El parque está diseñado como un yacimiento paleontológico que permite a los visitantes transformarse en paleontólogos y buscar restos, fósiles y restos óseos en una excavación abierta; identificar y clasificar diversos hallazgos o ayudar a reconstruir esqueletos.
Las instalaciones cuentan con el ‘Circuito de Multiaventura’, dotado de un trazado de juegos de puentes, pasarelas, redes y obstáculos de paso, de primer nivel entre los que destaca el Gran Tobogán. El espacio conecta con la tirolina que permite al público ampliar la experiencia hasta la zona más elevada del parque.
Ubicada en el área más alta del recinto, la ‘Colina encantada’, concentra a su vez, los recorridos de aventuras; las pruebas de orientación con reconocimiento de estratos geológicos, flora y fauna, y las pruebas de habilidad, como el tiro con arco, y las rutas de senderismo.
Instalaciones del parque
La oferta de ‘El Barranco Perdido’ se completa con toda una serie de dependencias existentes en el recinto:
El Museo Cretácico: El Barranco Perdido acoge también el museo paleontológico en el que el visitante podrá ver una exposición permanente sobre el mundo Cretácico de La Rioja y descubrir el modo de vida, alimentación, reproducción y extinción de los dinosaurios. Además, permite conocer el proceso de la formación de las huellas fósiles y los diferentes tipos de icnitas de los yacimientos riojanos. Así como conocer un yacimiento real con una visita guiada en vehículo 4×4.
Laboratorio del tiempo: El edificio acoge los talleres de paleontología para niños y cuenta con juegos e interactivos digitales sobre la Reserva de la Biosfera, lugar donde se ubica el parque. El segundo nivel es la zona de acercamiento al mundo de los dinosaurios con las herramientas utilizadas por los científicos y cuenta con un almacén de paleontología. Es un lugar de trabajo para los participantes del circuito de paleontología con un servidor central conectado a mesas interactivas que permiten analizar la información captada con escáneres en los yacimientos a través de pantallas táctiles en las que se proyectan juegos de ingenio.
Edificio de acceso e información: En la planta baja se ubica la recepción y la tienda; cuenta con una exposición sobre las instalaciones, con planos e interactivos que permiten un primer acercamiento al parque.
Plaza de los saurios-anfiteatro: Principal espacio abierto del parque, que acoge actividades de teatro, cuentacuentos sobre dinosaurios, lecturas dramatizadas o teatralizadas, títeres, mitos y leyendas.
Playa cretácica y Colina de los Saurios: Área de instalaciones acuáticas y recreativas que cuenta con piscinas de paleontología submarina, rocódromo, el Rompecabezas del Paleontólogo (juego de reconstrucción de un esqueleto de iguanadón), Eco de los Saurios (área de instrumentos musicales tematizados), pozas, cascadas y géiseres.